Al revés

Le corté, le dije que lo nuestro no daba para más, que ya no era lo mismo, que la relación se había desgastado con la convivencia, que tanto tiempo juntos nos había vuelto mutuamente insoportables. Le dije todas esas cosas que se dicen cuando algo inevitablemente se termina. Nos abrazamos, ella lloraba, a mi me caían lagrimas. En su llanto pudo soltar lo que había guardado tanto tiempo, me dijo que soy un tipo frío, que no me intereso por la gente, egoísta, que no soy sincero. Me dijo que siempre, pero siempre, doy vuelta las cosas. Tal vez por eso me dejó.