Una de piratas.


¿Quién no se fanatizo con las historias de piratería durante su infancia? Yo tuve mis épocas piratas, donde en lo único que pensaba era en estos bandidos de ultramar. Jugaba durante el día imaginando que era uno de ellos, armaba barcos con aquellos famosos ladrillos de plástico que marcaron mi niñez, etc. Mi vida giro entorno a los piratas durante mucho tiempo, incluso de mas grande con mis amigos diseñamos un juego de rol sobre piratas y pasamos noches enteras invadiendo barcos enemigos por mares del viejo mundo.
Valla sorpresa me lleve hace unos días cuando leyendo un libro de historia, de los divertidos, me entere que los piratas no son solo un artículo de importación europea. Entre escarapelas y vendedores ambulantes, nuestro país tuvo algo que nunca nos nombraron en la escuela, ¡piratas! Así es amigos, nuestro país que yo consideraba un poco aburrido a veces, tuvo historias muy atractivas que lamentablemente los programas de educación omiten. Tristemente me vengo a enterar de esto un poco tarde, hubiera disfrutado mucho más de mis juegos si los piratas de mi imaginación fueran de estos pagos y en vez de llamarse William se hubieran llamado Juan, Matías o Nicolás.
Existieron pocos casos de piratería argentina, lo que de todos modos no achaca mi enorme alegría, uno de ellos el de la corbeta “Chacabuco” que había zarpado del puerto de buenos aires en 1817 y al poco tiempo su tripulación se sublevo y se dedico a la piratería en el océano pacifico.
Lo que si fue muy popular en esos años post-revolución de mayo fue el uso la “guerra de corso”. Temerarios marineros que prestaban sus servicios al naciente gobierno argentino, llamados “corsarios”, firmaban un acuerdo con el gobierno y recibían autorización para navegar los mares en sus barcos y atacar cualquier nave enemiga que se crucen (cualquier parecido con piratas es pura coincidencia). Luego debían volver a puerto y repartir los botines con el estado. Talvez el corsario mas destacado de aquellos tiempos fue Hipólito Bouchard, que luego de algunos combates se hizo con la fragata española “Consecuencia” la rebautizo “La Argentina” y emprendió la primer vuelta al mundo en una nave con bandera argentina. La fragata de 667 toneladas, 42 cañones y una tripulación de 250 hombres surco los océanos por dos años, hostigando a todo barco enemigo que diviso y hundiendo veinticinco, luchando contra piratas malayos, bloqueando las Filipinas y de esta manera jaqueando el comercio español en esa ruta, liberando esclavos negros en África y talvez la hazaña mas gloriosa ¡invadiendo California!. Así es amigo, ni la tierra del Hip Hop y la L.A.P.D se salvaron del coraje criollo. Desembarcaron en la costa californiana en 1818 y luego de unos días destruyeron todos los edificios españoles, izando la bandera nacional en las construcciones que dejaron en pie. California fue tan argentina como el obelisco. Luego de muchísimos enfrentamientos la fragata llego triunfante a territorio nacional. Lamentablemente durante la educación primaria nos tienen tan entretenidos con los cantitos sobre las empanadas calientes del cabildo que nos perdemos gran parte de la historia de nuestro país, la más atractiva talvez.
Dejo en sus manos la difusión de este escrito, todavía estamos a tiempo, todo chico menor de doce años ¡DEBE saber que hubo piratas argentinos!

Corrección ortográfica en breve. Tengan paciencia.

Crónica de un encuentro.



Nací mucho antes de lo que pensas, me conociste siendo niña, ahora soy mujer. Mi Historia tiene dos caras, esta es la verdad:
Crecí libre, viviendo de mi esfuerzo, en armonía, sin lujos ni ostentaciones. Viví tranquila, sin imposiciones ni dolor.
Mi mundo se derrumbo ese día que por primera vez te vi, un día confuso que conllevo al infierno que llego después. Mi ingenuidad te invito a pasar y tu codicia se aprovecho. Ese día tus botas pisaron mi tierra y desde entonces nada ha sido igual. Me engañaste y tapándome los ojos, desde el primer día, sin pedir permiso lo que pudiste te llevaste. Me lastimaste y todavía no me recupere. Mis heridas están abiertas y tu avaricia no las deja cerrar. Me pisoteaste, me enterraste en la miseria y a cuesta de mi desgracia llegaste a donde estas. Hasta que mis huesos no sanen y mis pies no se curen no me podré parar en ellos, pero el día que lo logre seré yo quien tome las dediciones. A tu explotación solo respondí con lamento y aunque mis ojos ya estén cansados de llorar, las lágrimas que derrame juntan fuerzas. Algún día el arroyo será río, un río tan caudaloso que luchara contra todos los obstáculos que me atrapan. Ese día seré libre, libre como antes, libre como siempre tuve que serlo. Ese día podré cortar las cadenas que nos unen y por fin lograre olvidarte. Ese día mis hijos comerán el pan que intento darles día a día, ese pan que tus manos, llenas de malicia, les quitan de la boca.
Cuando esto suceda no habrá marginación ni prohibiciones y por fin podré respirar los sueños que tanto anhelo. A partir de ese momento trabajaré para mis hijos y no para tu derroche. Aunque tus huellas en mi cuerpo sean indelebles, una vida diferente es posible.
Ese día mi ingenuidad se vengara de tu codicia y mi paciencia habrá vencido a tu poder.
Cree en mis palabras, un día serán realidad. Mi nombre, te pido, no olvides.
Me llamo América, soy latina.





Otro manuscrito de las épocas de colegio secundario. Diferentes ideas, que entre recreos y clases de matemática, se fueron juntando para darle forma a este borrador. Es raro leer algo que se escribió hace unos años, siempre se siente como inmaduro o mal escrito, pero igual quería compartirlo.



La desilusión misma



En primer lugar, hoy quiero mandar un abrazo para un amigo, compañero de banco, compañero musical y muchas cosas más. Por otro lado les dejo algo que escribí hace unos días, después de leer el diario, y se titula "La desilusión misma".




Desde chico siempre aluciné con viajes espaciales, con el ser humano estableciendo bases en la luna o en Marte. A diferencia de mis amigos o compañeros de jardín de infantes, yo no quería ser bombero, médico o policía, ni siquiera astronauta, yo quería trabajar en la NASA. Con el tiempo mis aspiraciones fueron cambiando y terminé donde estoy, a miles de kilómetros de Cabo Cañaveral y más lejos todavía de la capacidad intelectual que hay que poseer para desarrollar un cohete. Pero realmente no me quita el sueño, no lo tomo como una frustración, sino simplemente como un cambio de rumbo. De todos modos, este texto no apunta hacia mi infancia. La desilusión a la cual hace referencia el titulo es la que me provocó la noticia que apareció en los medios locales e internacionales en los últimos días. “La NASA encuentra una cantidad «significativa» de agua en la Luna” fue la frase que se pudo leer en los diarios la mañana del 14 de noviembre. Hasta hace días la luna no era más que un planeta muerto, inhóspito y sin ninguna posibilidad de poseer o haber poseído algún tipo de vida, ya que no había rastros de agua en él. ¡Hoy es el oasis del espacio! Y posee SIGNIFICATIVAS cantidades de h2o. Estos muchachos vestidos con trajes blancos y mascaras de oxígeno, que reciben un presupuesto anual de aproximadamente 20.000 millones de dólares, sí, leyeron bien ¡20.000.000.000 de dólares! Buscaban vida en Marte (a 69 millones de kilómetros de la tierra) y en Europa, una de las lunas de Júpiter, (a 591 millones de kilómetros), pero no se habían dado cuenta de que había agua en la luna, a 384.400 Km! (En términos espaciales “acá a la vuelta”). Y esto no es lo peor, lo que más me desilusionó fue la forma en que descubrieron el agua, ¿fotos satelitales? ¿Un robot de extracción de última generación? No señores, estrellaron una nave de 76 millones de dólares y con otra recogieron el polvo que se esparció luego de la explosión. Al analizarlo encontraron agua. Este hecho, desde mi punto de vista, tira por la borda toda credibilidad que esta agencia pudo haber generado en 40 años de existencia y principalmente en mis 19 años de vida. Todo en la astronomía se genera en base a suposiciones sostenidas con datos que se conocen, y si uno de esos datos era que en la luna no había agua, miles de teorías deben haber surgido sin un sustento real. Hablan sobre la forma de la vía Láctea, el tamaño del universo ¿y no sabían que en la luna había agua?
Por suerte me dediqué a escribir estupideces en un blog y no seguí mis sueños de infancia.


La injusticia en números, África.



972.752.377 de personas es la población aproximada de África.

110.000.000 es la cantidad de minas que se calcula permanecen enterradas en mas de 64 países (la mayoría africanos)

32 años es la esperanza de vida en Suazilandia, se calcula que el 30% de su población padece VIH.

179 es el puesto que ocupa Sierra Leona en el Índice de desarrollo humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es el último puesto entre todos los países del mundo.

20.000.000.000 de dólares es lo que se calcula que África abona en pagos de deuda externa cada año.

350 millones de africanos, casi el 50 % de la población, viven con menos de un dólar por día.

200.000 niños son considerados “niños soldados” en África.

África fue la cuna de la especie humana, todos tenemos una descendencia, en mayor o menor medida, africana. Y son los pueblos africanos los que sufrieron el sometimiento y la esclavitud por parte del resto del mundo durante siglos. Parece totalmente ilógico, pero en el ser humano lamentablemente todo es posible. Hoy son los orígenes de nuestra civilizacion los que están en esta terrible situación, algo anda mal ¿no?

Tiempos de Preparatoria.

Son las 6:58, el ancho de una pared me aísla del caos matutino, autos, colectivos, camiones, bocinas, sirenas y gritos son algunos de los elementos que componen la selva asfaltada donde vivimos. No sé cómo, pero en ese momento soy ajeno a ese desborde vertiginoso, aunque mi inconsciente lo esté grabando todo, yo estoy disfrutando de un sueño placentero. No logro entender qué pasa, pero los colores del fondo me dan una sensación de seguridad, estoy cómodo. Ya pasó un minuto, el placer se desvanece y de un segundo al otro ya no está, el sueño es el mismo, los colores siguen ahí, pero ya no me siento seguro, estoy ansioso, esperando ese momento que sé que va a ser terrorífico, sangriento, tal vez letal. Los segundos se estiran, me agacho, llevo las manos a la cabeza tratando de cubrirme, de no escucharlo, de evitar lo inevitable. Por mas esfuerzo que haga, el tiempo nunca se detiene, siento que las paredes de mi habitación de acercan y ni con toda mi fuerza las puedo detener, ese momento llega, las 6:59 se acabaron. En ese instante lo escucho venir, se acerca a pasos agigantados, cierro los ojos con fuerza, aprieto los puños y en ese preciso instante en el que pensaba incorporarme y huir por siempre, prófugo de mi vida, llega. Comienza ese estridente ruido a responsabilidades que tanto odio, ya son las siete. Logro abrir los ojos después de levantar los parpados que hoy pesan mucho más que ayer y cuando lo logro, destruyo el despertador de un manotazo, por fin se calla, mis tímpanos se relajan, el día empezó.


Un viejo manuscrito de aquellas épocas de colegio técnico. Mis sentimientos se dividen, por un lado estoy feliz de que esa pesadilla de madrugada hay terminado, pero por el otro extraño esas tardes con amigos, herramienta en mano, armando quién sabe qué.

Jugando a ser Dios.




Primero de noviembre de 2009, Pekín, Republica Popular China. La ciudad y sus alrededores, luego de más de cien días de sequía, amanecen cubiertos por unos cuantos centímetros de nieve. Es la primer nevada de la temporada, la gente se alegra, los medios locales festejan la tan esperada llegada de precipitaciones. El blanco de la nieve genera un paisaje pintoresco en las calles de la capital china, como también lo genera en cualquier lugar del mundo que cubre. Hasta el momento nada parece extraño, simplemente es agua que cae de las nubes y debido a las bajas temperaturas se congela creando cristales que al llegar a la superficie se acumulan. La única diferencia con las nevadas a las que estamos acostumbrados es que la citada en este texto, increíblemente, fue generada por el hombre. Nueve años luego del comienzo del siglo XXI el ser humano tiene la capacidad de modificar el clima. Nuestro veloz cerebro al tiempo que lee estas líneas ya imagina mil aplicaciones de esta asombrosa tecnología. Desde las mas frívolas como conseguir una noche estrellada para acompañar una cena romántica o evitar la lluvia en un partido de fútbol, hasta las productivas (por llamarlo de alguna manera) como generar lluvias para ampliar las zonas de cultivos o evitar sequías. Lo que no tenemos en cuenta es que no todos pensamos igual, como hubo gente que invirtió su vida (y muchos millones de dólares) en programas de investigación y nuevas tecnologías para generar armas nucleares o de destrucción masiva, hay mucha gente que podría mirar el control del clima con otros ojos. Un país que sufre una sequía total por un par de años no tiene necesidad de ser invadido por un enemigo para perder la soberanía sobre su territorio. En varios años sin posibilidad de generar alimentos o con escasez de agua potable debido a la falta de lluvias, sus habitantes se matarían entre ellos mientras el enemigo observa complacientemente. Un huracán generado artificialmente es miles de veces mas destructivo que un ataque militar convencional, para dar un ejemplo el huracán Katrina genero en apenas siete días daños materiales por 75 mil millones de dólares y dejo mas de 1800 muertos. ¿Será la manipulación del clima el arma del futuro?
Pero volviendo a lo anterior y más inocente, solo imaginemos que los gobiernos utilizaran esta tecnología con fines pacíficos, evitar sequías, evitar el granizo que arruina automóviles, evitar las lluvias durante eventos como podrían ser los juegos olímpicos o un mundial de fútbol. ¿No creen que esto también podría ser catastrófico? El planeta tierra posee millones de variables, ya sean temperaturas del aire, del agua, humedad, vientos, presión atmosférica, etc. que conviven y se modifican mutuamente, generando un equilibrio a nivel mundial que a su vez genera las condiciones climáticas de cada punto de nuestro planeta. Una mínima modificación en alguna de ellas podría producir un desastre natural en algún otro punto del mundo, las modificaciones son regionales (como la nieve en Pekín), pero las consecuencias, sin dudas, son globales. La humedad que se condenso artificialmente, por medio de cohetes de yoduro de plata sobre Pekín, talvez hubiera viajado miles de kilómetros y hubiera precipitado sobre la selva amazónica manteniendo el equilibrio por el cual nuestro planeta sostiene la vida de millones de especies animales y vegetales. Esta tormenta de nieve en china generó 38 muertes entre accidentes de transito y otras fatalidades relacionadas al clima, y quien sabe que generará en otros puntos del mundo, ¿pueden, los artífices de esta revolución climatológica, dormir tranquilos jugando a ser dios?








Viernes 13

...Y al momento que me pongo la mochila al hombro, un resplandor ilumina la habitación. Segundos después  escuche el correspondiente trueno. Y obvio, como todo viernes trece de película, se larga a llover. Tormenta tropical. Rayos y centellas.
Le afano una campera a mi primo y salgo rumbo al parcial de semiotica. Siempre camino las quince cuadras que separan mi casa de la universidad y hoy considere tomarme un taxi - no hay colectivo o trolebús directo - pero al final respete la costumbre.
La gente estaba refugiada de la tempestad en sus correspondientes cuevas y madrigueras, por lo que las oscuras calles de Ciudad Gotica estaban casi desiertas. A mitad de camino me vino a la mente un documental que había visto en la tele años atrás de esos programas justicieros tipo La Liga o CQC en donde entrevistaban a un pibe criminal que contaba que salen mas a robar los días de lluvia porque hay menos policias dando vueltas. "Muy apropiado" pense, mientras me cruzaba con dos muchachos que me miraron no muy amigablemente.
Mas adelante, note que no habia ningun ser vivo a mi alrededor y mire para atras. Los mismos muchachos habian pegado la vuelta y me estaban siguiendo. Y estaban a dos metros. Putie para adentro, mire para todos lados en busca de Batman o de alguna escapatoria pero estaba jodido. Los pibes se me ponen uno de cada lado y me apretan tipo sanguchito, uno dice la frase estereotipo del oficio y medio segundo despues ahi iban, corriendo con mi celular.

La lluvia continuaba. Empapado, entre a un locutorio y llame al único numero que me se de memoria:
"Hola mamá, mira te la hago rápida. Me afanaron el celular y tengo un parcial AHORA asi que me lo tenes que dar de baja vos."
Y bueno, eso fue todo. Después en el parcial me preguntaron cosas sobre palabras que era la primera vez que escuchaba y mas tarde volví a mi casa. 
Por alguna razón que no entiendo, relacionada con mi abono y la antigüedad de mi celular, los de [Compañía de telefonía móvil]  me cobraron una multa. O sea, me multaron porque me robaron el equipo, muy simpaticos.
Después me acorde que tengo un blog donde un amigo escribe sobre paradojas existenciales y el lado oscuro de los DNI y pense "bueno no es muy interesante pero tengo que escribir ALGO."
Y ahi esta.

El tiempo pasa, los DNI también.





Me suena muy cercano aquel otoño del 90 cuando abandoné aquella bolsa llena de agua y mis ojos experimentaron la luz por primera vez. Siento que fue hace poco aquel principio del 96 donde arrancaba primer grado o aquel 31 de diciembre del 99 cuando nos despedíamos del siglo XX con pronósticos catastróficos y computadoras que enunciaban “equipo preparado año 2000”. Me siento muy contemporáneo con esta época, demasiado si analizo que cuando nací, internet no existía ni en la cabeza del taxista más fanático de Star Trek. Mil veces caratulé de viejas a personas que me hablaban de su querida Libreta Cívica o Libreta de Enrolamiento y en mi mente generé una división, contando hacia atrás en años A.D y hacia adelante en años D.D; Antes del DNI y Después del DNI. Estaba feliz con esa vida, me sentía joven, con toda una vida por delante. Hasta que ese maldito día llegó, desde la mañana percibí que algo grande sucedería, algo terrible, algo que marcaría un antes y un después en mi vida. Fui a trabajar esperando lo peor, que el colectivo chocara o que un meteorito me matara, pero no sucedió nada asique me relajé y por unas horas dejé el asunto de lado. Pero cuando menos me lo esperaba… …CFK en cadena nacional y la horrible noticia, NUEVOS DNI. Mi mundo se derrumbó en cuanto mi cerebro procesó lo que escuchaba, mi juventud se había acabado. Había un documento nuevo, yo no era más que un viejo, peor que esos que hablan de su Libreta Cívica. Para colmo, el verde militar de mi querido DNI lo hace ver mas antiguo. Mi juventud se diluyó como leche en el té, desapareció. Mi contemporaneidad ya no tiene sustento legal.